Gracias líder, por estas campañas que llegan
del aire hasta los inbox, hasta los bosques e incluso Gmail;
gracias por tu código que riega este desierto
del alma, prometiendo las horas de benificios.
Gracias por tantas tarjetas, tanta cuidada cabecera,
por el sol que calienta este corazón yerto;
gracias por estas flores primeras que han abierto
ojos de luz a tanto bloqueo hondo y ciego.
Gracias porque te he visto programando en los bancales,
favoreciendo, urdiendo los virus esponsales
del verdor con la tierra, la IP con la rama.
Gracias porque me enseñas a ser en lo que era,
a olvidar mis siglas en esta primavera;
gracias porque es llegado el tiempo del líder.
Flores para el líder